Escrito y realizado por el área de Salud del EiiE
Tenemos la seguridad que relacionamos con facilidad verano, cerveza y emociones: ¡¡bienvenidos y bienvenidas al mundo de la cerveza y las emociones!! jajaja :))
Un poco de historia
Fueron la antigua Sumeria primero y el Antiguo Egipto después, entre el 5000 y el 7000 A.C., las primeras regiones conocidas donde se sabe que se empezó a realizar la fermentación de cereales, teniéndose conocimiento del mismo procedimiento más tarde, en la América Precolombina y en Asia, con el resultado de una bebida similar a la cerveza de la que ahora podemos disfrutar.
Estas bebidas previas a la cerveza actual, eran conocidas entre otros nombres como Beor, Cerevisia o Kiu.
Pero no será hasta la Edad Media, donde los Monasterios Trapenses o Cistercienses empiezan a elaborar las primeras cervezas con unas recetas que han llegado hasta la actualidad, llegando a reconocerse a Lieja como primera ciudad de la cerveza, gracias a la licencia otorgada por el Rey Otón II el Rojo.
En 1516, Guillermo IV de Orange fija la Ley de la Pureza en la fabricación de la cerveza estandarizando y obligando a incluir en la producción de la misma el lúpulo, el agua, la cebada malteada y la levadura.
En España la cerveza llegó gracias a Carlos I, creando la primera fábrica en el Monasterio de Yuste, que seguramente deleitó durante su “jubilación” en el mismo.
Tipos de cerveza
Lager: en el S. XVI, llega este tipo de cerveza, empezando a mezclar diferentes tipos de levaduras.
Pilsner: en 1842 Joseph Grolle crea la primera cerveza tipo Pilsner, en la ciudad de Pilsen/ Plzen, en Bohemia, en la actual República Checa, fundando la cervecera Plzeňský Prazdroj (actual Pilsner Urquell).
Pale Ale: son cervezas tipo India Pale Ale o de alta fermentación y con mayor cantidad de lúpulo, que se realizan en las Islas Británicas y que se expande a sus colonias.
Entre 1970 y 1980 empezaron en Estados Unidos a experimentar con sus propias levaduras y fermentaciones, lo cual fue el origen de las “American IPA”.
En la actualidad la cerveza es una bebida muy popular que se consume en todo el mundo y cuya producción de millones de litros está controlada por algunas grandes empresas.
Hoy en día está en auge la producción artesanal, prescindiendo en su elaboración de aditivos químicos y usando materia prima local en muchos de los casos, y cuya comercialización se focaliza más en territorios pequeños.
Se pretende que la cerveza cobre un valor asociativo con los sentidos, jugando una importancia relevante su aroma, sabor, textura, color y transparencia, haciendo un todo junto con el diseño artístico de las botellas y el etiquetado, y convirtiéndolo todo en una cultura de su consumo.
Fiestas y celebraciones en torno a la cerveza
Son eventos multitudinarios a los que asisten personas de todo el mundo, y en los que aparte de beber cerveza, se han convertido en un reclamo turístico para las ciudades donde se celebran.
Estas son las fiestas de la cerveza más importantes del mundo:
- Oktoberfest – Munich, Alemania. Recinto del Oktoberfest.
- Great British Beer Festival – Londres, Reino Unido.
- Pilsner Fest – Pilsen, República Checa.
- Belgian Beer Weekend – Bruselas, Bélgica.
- Cannstatter Wasen – Stuttgart, Alemania.
La oktoberfest se ha convertido en la fiesta más popular de Alemania, y lleva celebrándose desde el 12 de octubre de 1810, para conmemorar el matrimonio del Príncipe Luis I de Baviera, y son pocas las ocasiones que no se ha celebrado y una de ellas será este 2020 debido a la pandemia del COVID-19.
A imitación de la fiesta alemana Oktoberfest, se han empezado a celebrar en todo el mundo otras fiestas con el denominador común del consumo de la cerveza.
Relaciones interpersonales
Relacionarnos con los demás es parte de la naturaleza del ser humano siendo la naturaleza de esta relación, mutua y bilateral.
Para Daniel Goleman (1947) la Inteligencia Emocional interpersonal está divida en competencias: la conciencia social, habilidades sociales, gestión de las relaciones y comunicación.
Las emociones son reacciones ante un estímulo cargadas de energía, que nos provocan cambios internos y nos mueven a la acción.
Somos seres socioemocionales que al compartir y vivir experiencias nos hace sentirnos bien. Las fiestas y celebraciones son relaciones compartidas que forman parte de nuestra cultura y son un elemento esencial de nuestra socialización.
El compartir emociones agradables como la alegría, ilusión, optimismo por la vida, sorpresa, diversión, compañerismo, amistad, colaboración…., son fuentes de felicidad y bienestar.
Emociones y consumo
Los avances recientes en neurociencia demuestran científicamente que el ser humano necesita y utiliza las emociones como guía en la toma de decisiones.
Descifrar correctamente estas emociones nos ayudará a comprender el comportamiento del consumidor a la hora de elegir un producto u otro, como puedes leer en una antigua entrada de nuestro blog.
El marketing comprendió inmediatamente la potencia del mecanismo de la emoción en la conducta de la elección, y en ello basa sus mensajes para activar nuestros instintos más primarios para llegar a nuestro «yo consumidor», de forma equilibrada, a través de los sentimientos, los valores y las emociones.
En la actualidad el 95% de las compras que se realizan se llevan a cabo más por componentes emocionales que racionales. Cuando una persona siente que una empresa tiene en cuenta sus emociones, lo más probable es que se identifique con ella depositando toda su confianza en su actividad comercial.
La transmisión de sentimientos permite crear una conexión especial muy favorable a la hora de realizar, por ejemplo, marketing online.
El Branding es un trabajo de planificación de todos los procesos implicados para la comercialización de una marca. Su objetivo es el de extender la marca en el mercado, con acciones relacionadas con el posicionamiento como referente y creando una conexión con la mente de los consumidores para influir en sus decisiones de compra.
El Branding Emocional es una habilidad de interacción de la marca con los valores y experiencias de los consumidores. Cuando le añadimos “emoción”, esa asociación es sentimental más que racional. Proporciona a los productos un procedimiento de identidad e influencia emocional que permite poner en valor estilos de vida que de alguna manera, empatizan con el producto .
Marc Gobe autor de Emotional Branding (2001) expone el valor de las emociones en la construcción de relaciones entre marcas y personas.
Se centra en el aspecto más relevante del carácter humano: el deseo de trascender de la satisfacción material a experimentar la realización emocional, donde las marcas son la palanca que activa los impulsos y motivaciones humanas.
Dar valor a las emociones permite a los negocios enamorar a sus clientes para que se mantengan fieles a ellos. Todo un reto si tenemos en cuenta la gran competitividad de los mercados en la actualidad.
Una investigadora de la Universidad Politécnica de Madrid junto a colegas de la Universidad de Nottingham (2015) llevaron un estudio entre consumidores de cerveza para medir la respuesta emocional de éstos ante diferentes envases de diferentes tipos de cerveza “lager” tras su cata. Los resultados mostraron que los catadores responden de manera diferente en función de la marca de cerveza a nivel emocional. Aquellas marcas con productos de mayor carbonatación suscitan emociones más placenteras y aquellas cervezas más dulces generaron emociones con menor activación.
Así que, este estudio indica la importancia de evaluar no sólo la medición hedónica de los consumidores, sino también la importancia de enriquecer este tipo de estudios con la medición de la respuesta emocional de los consumidores en función del tipo de envase, de las emociones y sensaciones percibidas al ver la marca o de otros aspectos asociados.
Este es el caso de la marca de cerveza estrella damm. En sus spots publicitarios: “Otra forma de vivir” (2019) y “Compromiso” (2020), se relaciona la belleza y la cooperación, para preservar el medio ambiente en el mar y un consumo responsable de la marca.
Consumo responsable
Desde la psicología de la salud y desde las investigaciones y estudios en el área de la salud, siempre se ha puesto la atención en la modalidad de consumo y en lo perjudicial que son los efectos para la salud si se ingieren altas cantidades de alcohol.
De hecho, en los últimos estudios se habla de tomar una copa de vino o una botella de cerveza para mujeres y dos copas de vino o una botella de cerveza en el caso de los hombres, a la semana, para considerarse que la ciudadanía está consumiendo de manera moderada y responsable. Si se toma una cantidad mayor, a día de hoy, se considera que ya estamos consumiendo alcohol de manera perjudicial para nuestra salud. Estas cantidades de consumo “mínimo” van variando según se van conociendo nuevos datos sobre los efectos en el organismo de los seres humanos que producen al tomar cerveza o cualquier otra bebida alcohólica.
Los últimos estudios, en especial uno realizado en 2019, sobre el impacto del consumo de alcohol en el organismo de los seres humanos llegaron a concluir que no hay ningún dato que avale que el consumo moderado de cerveza o vino sea un factor protector respecto a un inicio de adicción.
Las limitaciones de este estudio fueron dos: se centró en población solo de Asia Oriental, lo que no permite la generalización a otras culturas, y que solo se centró en el consumo de cerveza y otros licores, pero no vino.
Como novedad se utilizó el análisis genético de la muestra seleccionada y eso a los investigadores les ayudó a mejorar la comprensión de cómo influye el consumo de alcohol en el aumento del riesgo de padecer ciertos tipos de afecciones, enfermedades o trastornos de cualquier índole.
Desde el Instituto Europeo de Innovación en Inteligencia emocional abogamos por un consumo responsable y recomendamos:
- Si tienes que conducir, no pongas en riesgo tu vida ni la de los demás.
- Las bebidas alcohólicas son sustancias psicoactivas que provocan alteraciones en las emociones, pensamiento y conductas.
- Después de beber alcohol, si al día siguiente, sientes malestar, vómitos, dolores de cabeza, lo que suele denominarse “resaca” haz un consumo saludable y no corras riesgos.
- Si un amigo ha tomado de más, sé solidario y acompáñalo en todo momento.
- Te recomendamos no utilizar el alcohol como refugio de tus problemas o como conducta de evitación o supresión emocional.
Si quieres manejar mejor tus emociones y aprender nuevos recursos para ello, ponte en contacto con nosotros.
Si quieres saber más, no dudes en seguirnos en nuestras redes sociales o en visitar nuestra web
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